Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y realizar estadísticas sobre el uso de nuestra web.
Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí.
En este nuevo poemario de la autora palmera, la soledad se establece...
Mis ojos buscan eso que nos hace sacarnos los zapatos para ver si hay...
«El sol es un semáforo en rojo, el mar escupe hacia la orilla mi cuerpo dolorido. Qué gloria esta, Jim, de tener un infierno para ti solo.»
Recuperar estos poemarios para una segunda edición responde, en primer lugar, al respeto que les debo a quienes, hace ya casi dos décadas, tuvieron, como lectores y editores, la amabilidad de recibirlos y cuidarlos.
UNA MUERTE sombría nos acecha. Y sin embargo creemos en los días azules y aún nos sorprende el sabor del agua.
«La casa muerta: un reloj de arena mudo, en espera del tiempo cristal vacío.»
«chimenea de la hueco por el me escaparé Si atrancáis las ventanas, saltaré por una ventana. Si cerráis con llave la puerta,»
«Días que llevan hendidas dentelladas de hierro fundiéndome. Chirría una puerta. Estás ahí. Haces que no ves. Sobrevivo.»
"La poesía debe ser como la bala que mató a Kennedy", fue el libro ganador del VI Premio Internacional de Poesía "Ciudad de Santa Cruz de La Palma", 2010.
Poemario dedicado al padre del autor, que funciona como un reconocimiento de las raíces y el bregar del isleño y su lucha por domeñar los agrestes parajes de la isla.
"La niña y yo" (Ed. La Palma, 2012) es una preciosa conversación poética con su nieta, cargada de sensibilidad y frescura.
La obra consta de diez poemas, formados en su gran mayoría por un único soneto, excepto el titulado “Nocturno”, que está conformado por dos.