Personne

Ningún título más adecuado para este segundo libro de Alba Sabina que Personne, («persona»y «nadie»en francés). Nadie fue Odiseo ante el cíclope y nadie fueron también Shakespeare y Fernando Pessoa (persona en portugués) cuando comenzaron a desplegar todos los seres y voces que los habitaban. Personnees un libro actoral, enormemente vívido y original. Ningún romanticismo ni minuciosa crónica de los avatares del yo. Alba Sabina no solo le da voz a los otros sino que amplía y cambia el foco para que, por una vez, los excluidos y olvidados de la cultura, la literatura o la historia, como Gregoria, como Grete Samsa, como Lucía Joyce, sean escuchados y encontrados al fin como si la poeta, siempre atenta a los secundarios y a lo escamoteado por la sombra, los acabase de crear.

En la primera parte, «Personajes secundarios», Alba Sabina le da la voz protagonista a quienes existieron solo en un segundo plano en la realidad o en la ficción y, en la segunda, «Los ojos del ciervo», lo hacea través de las presencias y ausencias que componen la identidad (e identidades) de la poeta en el momento de escribir.  Situadas en lugares que van desde Alejandría hasta Texas, pasando por ciudades inventadas, utopías y bares de extrarradio, las páginas de Personne componen el mapa de un mundo interior y exterior en el que las certezas acaban con cada poema.

«Persona»es «máscara»en griego y Personnepuede leerse como un drama donde por fin vemos a una poeta separada de su yo para convertirse en ellos y ofrecer al lector, contra lo que es habitual en tantos libros, una colección de máscaras absolutamente nuevas para que podamos ver e intentar reconocernos, como pedía Machado (una de las citas que abre el libro) a través del ojo del otro.