Si la piedra florece/ Se la pietra fiorisce

En iluminadoras palabras del propio Antonio Prete, Se la pietra fiorisce se encuentra en continuidad, como es lógico, tanto en el plano de las formas métricas y rítmicas como en el plano de la relación dialógica, con los poetas leídos y apreciados, pero es también un tránsito, o así me lo imagino yo, hacia una interrogación que querría profundizar en la relación entre singularidad viviente y cosmología superior, entre proximidad de lo visible —rostros, paisajes, luces, sonidos— y lejanía de un horizonte que linda con el enigma.